Antonio de Cabezón: biografía y ediciones

La biografía del burgalés Antonio de Cabezón (Castrillo de Matajudíos, 1510-Madrid, 1566) ha merecido la atención de musicólogos que, gracias a la documentación del Archivo General de Simancas o la Biblioteca Universitaria de Coimbra, entre otros, han podido trazar con cierta precisión las grandes etapas de su vida. Cabezón fue un músico importante en vida, ligado a Felipe II, y en parte por ello se conservan sus nombramientos como las retribuciones de su trabajo. A pesar de que la valoración de su obra es, desde el siglo XVI, unánimemente muy positiva, y de que han visto la luz artículos de diccionario, artículos especializados e incluso alguna tesis doctoral que dedican un espacio mayor o menor a sus composiciones, a día de hoy no se ha publicado un estudio exhaustivo sobre su música y su estilo. Por un lado, es bastante sorprendente si pensamos que Antonio de Cabezón es uno de los compositores más relevantes para tecla de la historia de la música española.

Pero, por otro lado, es comprensible, ya que resulta muy difícil explicar en detalle por qué su lenguaje es clásico y moderno a la vez, o con qué pequeños elementos consigue que piezas estructuradas en secciones o con gran variedad de motivos temáticos resulten un todo unitario; o por qué, elije y glosa canciones franco-flamencas para crear una sonoridad tan «hispánica».

La obra de Antonio Cabezón fue ya editada en el siglo XVI y reeditada desde finales del siglo XIX. Salvo alguna excepción, toda ella es música instrumental, para teclado. Podemos clasificarla en dos grandes grupos: el más conocido incluye los tientos, fugas, glosas y diferencias; y el segundo, relacionado con la liturgia, está formado por himnos, salmos y versos de magnificat o de kyrie. Desde siempre se ha considerado que el primer grupo es el más innovador y significativo de su producción, pero eso no debe llevarnos a concluir que las obras ligadas a la liturgia sean secundarias o que en ellas no se trasluzca igualmente el genio de este compositor.


Ediciones


La música de Antonio de Cabezón aparece por primera vez publicada en vida del autor, en una edición de obras de varios autores, el Libro de cifra nueva para tecla, arpa y vihuela de Luis Venegas de Henestrosa (ca. 1510-ca. 1577), editado en Alcalá de Henares en 1557. Entre las ciento treinta y ocho piezas de Antonio de Cabezón que contiene, hay himnos, fabordones, tientos, versos, canciones, etc.. En 1578, doce años después de su muerte, uno de los hijos de Antonio, Hernando de Cabezón (?- Valladolid, 1602) editó en Madrid obras de su padre, bajo el título Obras de música para tecla, arpa y vihuela, de Antonio de Cabeçón. Hernando sucedió a su padre como organista y compositor de la Capilla de Felipe II en 1566 y recibió el consentimiento del monarca para imprimir las obras de Antonio en 1575. En esta edición, se incluye la licencia del Rey (ver más abajo) que además de otorgar el permiso a Hernando, exige que se compruebe en las ediciones de la obra si respetan el original, y prohíbe a cualquier persona, que no sea Hernando o autorizada por él, a editarla.


A continuación podemos leer un prólogo bastante extenso sobre la música, del que se duda que fuera realmente Hernando de Cabezón quien lo escribió. En el índice, denominado «Tabla de lo que contiene este libro», vienen detalladas las obras de Antonio de Cabezón en el siguiente orden: dúos para principiantes, versos, fabordones, himnos, versos de magnificat, kyries, tientos, canciones glosadas y motetes a cuatro. En los títulos de las canciones glosadas aparece el autor de la canción original. Comprobamos que Antonio de Cabezón utilizó en varias ocasiones canciones de su contemporáneo francoflamenco Thomas Crequillon (ca. 1505-1557), como Prenes pitie, Un gai berger o Si par sufrir, entre otras. También utilizó la Cançio francesa de Clemenens non papa o Ayme quien voldra de Gombert, así como uno de los temas más famosos de su tiempo, el italiano Ancol que col partire.


Sigue el índice con los motetes y canciones a seis, y, finalmente con las diferencias. En este último grupo se encuentran algunas obras maestras, como las diferencias «sobre las vacas», «sobre la pavana italiana», «sobre la gallarda milanesa», «sobre el canto del caballero»,«sobre madama le demanda» y «sobre quién te me enojó». Quiere decir que las variaciones (diferencias) se hacen sobre tal o cual tema, sea canción o danza. Los versos y tientos se denominan según el tono (Tiento del segundo tono) salvo que utilicen una canción o melodía preexistente, como el Tiento sobre el Cum Sancto Spiritu de la Misa Beata Virgine de Josquin Desprès. La música que contiene la edición de Hernando está escrita con el sistema de notación conocido como cifra o tablatura. Aunque a primera vista parezca un sistema taquigráfico incomprensible, en realidad facilitaba mucho la lectura según los instrumentos a los que va dirigido, ya fueran de teclado o de cuerda.


Además de estas dos ediciones, los manuscritos 48 y 242 de la magnífica Biblioteca Universitaria de Coimbra contienen obras del músico burgalés. También se piensa, en parte por algunas referencias del testamento de Hernando de Cabezón, que existieron otras obras de su padre que no llegaron a publicarse y que se han perdido.


Desde finales del siglo XIX, y a lo largo de todo el siglo XX, varios musicólogos han reeditado la obra de Cabezón. El primero de ellos fue Felipe Pedrell, quien reeditó parte de la obra en diversos volúmenes de Hispaniae Schola Musica Sacra entre 1895 y 1898. Higinio Anglés los volvió a reeditar en 1965. Charles Jacobs, del Institute of Medieval Music, leyó su tesis doctoral sobre la transcripción y el estilo de Cabezón en el año 57 y trabajó en la edición de sus obras durante tres décadas, entre los años sesenta y ochenta. Santiago Kastner (1908-1992) consagró una gran parte de su vida profesional a la figura de Cabezón, estudiando en detalle su biografía y encuadrando su obra dentro de los géneros y estilos ibéricos de los siglos XVI y XVII. En 1951 y 1958 editó parte de la obra en la editorial alemana B. Schott’s. Ediciones parciales de algunas obras ha habido muchas y, entre ellas, una curiosidad es que Joaquín Rodrigo arregló para piano las Diferencias sobre el canto llano del caballero.


Extracto de la Licencia del rey Felipe II para que se publiquen las obras de música de Antonio de Cabezón


Por cuanto por parte de vos Hernando de Cabezón músico de nuestra cámara y capilla, nos fue hecha relación diciendo que Antonio de Cabezón vuestro padre, músico que así mismo fue de nuestra cámara y capilla había hecho y ordenado, un libro titulado Compendio de música: el cual servía para tecla, vihuela y arpa, y vos le habiades recopilado y puesto con cifra. Y porque era grande el provecho que se seguía, nos suplicasteis os mandásemos dar licencia para le poder hacer imprimir, y privilegio por treinta años, o como la nuestra merced fuese. […] Fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra cédula en la dicha razón, y yo lo tomé por bien. Por la cual vos damos licencia y facultad para que vos o la persona que para ello vuestro poder quiere y no otra persona alguna podáis hacer imprimir y vender el dicho libro […] por tiempo y espacio de diez años […] y se cuentan desde el día de la fecha de esta nuestra cédula, so pena que cualquiera persona que sin tener para ello vuestro poder lo imprimiese o vendiese, o hiciere imprimir o vender, pierdan toda la impresión que hiciere con los moldes e aparejos de ella, y más incurra en pena de cincuenta mil maravedís, la tercia parte de ellos para la nuestra cámara y fisco, y la otra tercia parte para el juez que lo sentenciase, y la otra tercia parte para vos el dicho Hernando de Cabezón, y todas las veces que se quiere de imprimir el dicho libro, durante tiempo de los diez años, se traiga al nuestro consejo juntamente con el original que en el fue visto […] para que se vea si la dicha impresión está conforme al original […]Y mandamos a los de nuestro consejo y otras que cualesquier justicias de estos nuestros reinos, que guarden y cumplan y ejecuten esta nuestra cédula y todo lo en ella contenido. Fecha en el Pardo a veinte y un días del mes de septiembre, de mil quinientos y setenta y cinco años.


YO EL REY.
Por mandato de su Majestad, Antonio de Eraso