Sergei Rachmaninoff grabado en vivo, en familia. En una de las escenas finales, le vemos haciendo un ejercicio de independencia de dedos, mientras está descansando en un jardín o bosque. Este es un documento esencial para que nunca olvidemos que en la música que interpretamos hubo risa, llanto, cariño, elegancia natural, inteligencia... vida, mucha vida. Presenta el vídeo el compositor ruso Alexander Greiner quien, como se deduce de sus palabras, tuvo una estrecha relación con él.
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